Desde hace algún tiempo venimos hablando en nuestro blog sobre aspectos como el tope del gas y cómo afecta a la factura de la luz. Así como las principales ayudas que existen para el autoconsumo eléctrico. En la actualidad, dado el precio de la electricidad, lo más económico para el consumo de una vivienda es apostar por la energía solar. Sin embargo, hay quienes todavía se resisten a ello porque consideran que es demasiado caro.
Y esto es algo que podemos aplicar a cualquier tipo de mejora en la eficiencia energética de una vivienda. Puede que a priori la inversión para acometer este tipo de actuaciones no sea pequeña. Pero lo cierto es que una vez realizadas el ahorro es considerable y, sobre todo, duradero. Por este motivo hoy vamos a hablar sobre algunas deducciones fiscales que existen para acometer actuaciones de mejora energética en los hogares.
Las deducciones fiscales para eficiencia energética
Lo primero que debemos aclarar en este sentido es que estas deducciones están dirigidas a los inmuebles que necesiten mejoras de eficiencia energética. Es decir, a las inversiones con objetivo de reducir el consumo energético y también las que tienen que ver con instalaciones de energía renovable. Y lo mejor es que gracias a ellas es posible conseguir deducciones de hasta el 60% del IRPF y de hasta el 50% en el IBI.
Las deducciones que se pueden conseguir llegan a ser de hasta el 60% de la cantidad invertida para realizar la mejora energética
En 2021 fue cuando entraron en vigor estas medidas para la mejora energética que tenían un periodo de vigencia de un año. Sin embargo, recientemente han sido prorrogadas un año más. De este modo, todavía es posible beneficiarse de ellas. En el caso del IRPF, las deducciones que se pueden conseguir están relacionado con lo siguiente:
- Climatización: deducción de hasta el 20% para reducir la demanda de calefacción y refrigeración para obras realizadas entre el 6 de octubre de 2021 y el 31 de diciembre de 2023.
- Energía primaria no renovable: deducción de hasta el 40% del coste de las obras para mejorar el consumo de energía primaria no renovable de una vivienda habitual. Esta energía es el gas natural o el gasóleo de calefacción.
- Mejoras en edificios de viviendas: quienes mejoren edificios para su eficiencia energética, siempre que se traten de edificios de uso predominante residencial, podrán desgravarse hasta un 60% de la cantidad invertida.

¿Qué gastos se pueden incluir en la deducción?
Además de conocer las deducciones que se pueden obtener, también es interesante saber qué gastos se pueden incluir para beneficiarse de estas rebajas fiscales. En este sentido, los gastos que se pueden incluir son los siguientes:
- Honorarios profesionales.
- Proyectos técnicos.
- Dirección de obras.
- Ejecución de obras o instalaciones.
- Equipos y materiales.
- Certificados de eficiencia energética.
Por otra parte, se especifica que hay algunos trabajos que no se pueden incluir en los importes deducibles. Estos tienen que ver con obras realizadas en partes de las viviendas en las que se realicen actividades económicas. Así como la instalación o sustitución de equipos que utilicen combustibles fósiles.