Legalización Autoconsumo

Cualquier instalación fotovoltaica requerirá de realizar trámites que correspondan. Esto es, tramitar por parte del titular o promotor de la instalación fotovoltaica la licencia de obra o declaración responsable ante el Ayuntamiento de su localidad, es su responsabilidad hacerlo y su omisión sería bajo su responsabilidad. Así mismo, un instalador deberá firmar y rellenar un boletín eléctrico de baja tensión y diligenciarlo al servicio de industria y energía de su provincia, siendo responsabilidad de la persona que ejecutará la instalación. La omisión de este trámite podrá suponer una sanción administrativa o incluso la no validez de seguros ante siniestros, entre otros perjuicios.

La licencia de obras o declaración responsable, aunque no hay que aportarla para tramitar la legalización, será necesaria para realizar la instalación fotovoltaica. Además, si posteriormente quieres beneficiarte de incentivos, subvenciones o bonificaciones de IBI será un requisito aportarla.

Cualquier instalación cuya potencia nominal de inversor sea superior a 10kW requiere proyecto visado, así como certificado de fin de obra emitido por técnico competente y visado por colegio profesional. Es decir, para la instalación de un inversor de 10kW será suficiente un boletín y memoria técnica descriptiva que podrá realizarlo el instalador autorizado, sin embargo, para la instalación de un inversor de 12kW se requerirá proyecto y CFO.

Cuando se realice una instalación conectada a red con excedentes con potencia del punto de conexión solicitado superior a 15kW en suelo urbano, o en cualquier potencia si se trata de una instalación donde el suministro eléctrico se encuentre en suelo rústico. Si se dan las anteriores circunstancias se debe realizar la petición de punto de conexión a red a nuevos suministros de la distribuidora correspondiente, bien directamente por el usuario, bien por el instalador o por alguna asesoría especializada en este tipo de gestiones como nosotros.

Permite percibir beneficio económico neto de la producción solar fotovoltaica. Se puede ser productor y al mismo tiempo estar en cualquier modalidad de autoconsumo, de forma que la producción pueda cubrir el consumo instantáneo y todo el excedente sea vendido al mercado eléctrico. De esta forma, el mercado eléctrico abonará mensualmente los rendimientos económicos por venta de energía que se produzca y por ello se debe dar de alta la correspondiente alta de actividad económica. A esta opción se le denomina “no estar acogido a compensación simplificada” y es algo a lo que cualquier auto consumidor tiene derecho. Sin embargo, esto obliga a estar inscrito en el registro de productores RAIPRE y a disponer de alta en actividad económica de producción de energía eléctrica con lo que administrativamente conlleva.

Están estipulados en RD244/2019 sanciones administrativas para los casos de incumplimiento de normativa vigente. Será la distribuidora o cualquier ciudadano quien podrá denunciar la situación irregular, y el servicio provincial de industria y energía podrá gestionar las inspecciones correspondientes que deriven en la correspondiente sanción administrativa. Por tanto, legalizar es muy importante ya que evita problemas futuros, y garantiza que el trabajo realizado es seguro y cumple la ley. En caso de siniestro de la instalación, si está en situación irregular, se derivará automáticamente en inspecciones por parte de los organismos afectados y posiblemente la aseguradora no cubra dicho siniestro por lo anterior.

La tramitación ante el ayuntamiento debe realizarse antes de comenzar las obras, bien mediante licencia de obras o bien mediante declaración responsable según proceda. La legalización de industria y energía, para ser estrictos, no se puede poner en servicio la instalación mientas no se obtenga el certificado diligenciado de puesta en funcionamiento de la instalación, así como el certificado de instalación diligenciado por la correspondiente comunidad autónoma y que tramita el instalador autorizado de baja tensión. No obstante, mientras tanto es posible realizar pruebas de funcionamiento que justifiquen que la instalación funcione correctamente durante un tiempo periodo de tiempo hasta obtener la documentación. Por tanto, recomendamos que se el trámite de legalización se realice lo antes que sea posible, a ser posible dentro del plazo de 15 días que se pone en marcha la instalación.