Durante las últimas publicaciones de nuestro blog os hemos hablado sobre la energía solar y sus principales ventajas. De hecho, hace algunas semanas os contábamos el tipo de instalaciones fotovoltaicas que existen en este post. Nos encontramos con las conectadas a la red y las que se encuentran aisladas. Y desde entonces nos habéis hecho llegar a través de nuestras vías de contacto diferentes dudas sobre sobre las instalaciones de autoconsumo conectadas a la red.
Se trata de una de las instalaciones que podemos llevar a cabo gracias a la energía solar. Y para resolver todas las dudas que nos habéis planteado al respecto, en esta publicación vamos a analizarlas al detalle. Os vamos a contar todos los aspectos que debéis conocer, así como sus principales componentes. De manera que si estáis pensando en recurrir a este tipo de instalaciones tengáis toda la información que necesitáis.
¿En qué consiste el autoconsumo conectado a la red?
El autoconsumo conectado a la red consiste en la instalación de varios módulos fotovoltaicos en un lugar que está conectado a la red eléctrica. A través de un inversor al que se conectan esas placas solares, es posible alimentar de energía al interior del hogar. Algo que se hace mediante la red de suministro eléctrico que ya existe en ese lugar. Esto permite que únicamente se consuma energía de la distribuidora de electricidad si con la de los módulos fotovoltaicos no es suficiente.
El autoconsumo conectado a la red permite consumir la electricidad que nosotros mismos producimos y también la de la distribuidora eléctrica si lo necesitamos
Así podremos alimentar todos los electrodomésticos, luces y demás aparatos eléctricos de nuestro hogar. Y hacerlo con la energía que nosotros mismos producimos a través del sol gracias a los módulos instalados. Algo que es posible gracias a la aparición de la Ley 244/2019, que mejora y simplifica los trámites para el autoconsumo. Esto, unido a que el precio del modulo fotovoltaico ha caído hasta dividirse por 100 desde 2007 hace que sea una opción más que interesante. De hecho, tal y como indican en esta noticia, la energía solar ya es la electricidad más barata de la historia.
Además de ser una forma de obtener electricidad barata y respetuosa con el medioambiente, nos ofrece más posibilidades. Como son instalaciones modulares, es posible adaptarlas a cualquier circunstancia. De manera que no importa la potencia que se necesite, independientemente de que se trate de una instalación grande o pequeña.
¿Qué pasa con la energía sobrante?
Es posible que llegados a este punto te preguntes qué sucede con la energía que obtienes y no consumes. Y es que, es posible que tu instalación solar sea capaz de generar más electricidad de la que puedas usar. En este caso, si se produce un excedente de energía que se vierte a la red es posible acogerse a un mecanismo de compensación. Eso sí, solo para las instalaciones con una potencia igual o menor a 100kW.
La comercializadora de energía estará obligada a realizar un pago para esa energía que no hemos consumido y hemos vertido a la red. Sin embargo, esta compensación únicamente se aplicará al término de energía de la factura eléctrica y dicho término nunca podrá ser negativo. Esto quiere decir que con la energía sobrante no ganaremos dinero sino que optaremos a pagar cero euros por la energía en nuestra factura.
Esto es algo que se puede entender mejor a través de ejemplos:
- Si el consumo es 2 kW y la producción fotovoltaica 1 kW, entrará de la red 1 kW.
- Si el consumo es 2 kW y la producción fotovoltaica 3 kW, verteremos en la red eléctrica el sobrante, que es 1 kW.
- Si el consumo y la producción fotovoltaica es de 2 kW, de la red no entrará ni saldrá nada de energía.
En la siguiente gráfica podemos comprobar que existen momentos en los que no habrá producción de energía solar. Es ahí cuando el consumo energético que realicemos vendrá de la red eléctrica. Sin embargo, cuando la producción solar crece, comienza a cubrir el consumo que realizamos. Llegando en algunos momentos en el que esa producción de energía es mayor que el consumo, lo que provoca un excedente.
Componentes fundamentales en estas instalaciones
- Inversores: son los que se encargan de convertir la energía producida por los módulos en corriente alterna. Esta corriente se inyecta en la red eléctrica del suministro, generalmente en el cuadro general de la vivienda.
- Paneles solares: son los encargados de convertir la radiación solar en energía eléctrica.
- Estructura: soportan los módulos fotovoltaicos a nivel estructural. Suelen fijarse a una superficie para que ejerza como base. Por norma general van sobre tejados, terrenos o terrazas.
- Medidor de energía: este elemento es opcional. Permite medir y comprobar el consumo de energía generado por los módulos fotovoltaicos. Así sabremos cuánto producimos en cada momento para saber si hay excedentes o no.
- Baterías: también son opcionales. Permiten que la energía sobrante se pueda almacenar en vez de ser vertida a la red. De este modo se podrá utilizar más adelante para que el grado de autoconsumo sea todavía mayor.
Estas instalaciones nos permiten beneficiarnos de un gran ahorro y de la posibilidad de utilizar una energía más responsable con el medioambiente
Conclusión: una opción muy competitiva
Las instalaciones fotovoltaicas de autoconsumo conectado a la red son una gran opción. Nos permiten beneficiarnos de un gran ahorro y de la posibilidad de no tener que pagar un solo euro por electricidad. Además, a diferencia de otras fuentes de energía, esta es completamente renovable y respetuosa con el medioambiente. Y gracias a la nueva legislación, se trata de una energía muy competitiva. De hecho, actualmente es la fuente de energía más barata que existe.