Desde hace años las instalaciones fotovoltaicas son tendencia. Y esto se debe, sobre todo, porque permiten conseguir energía eléctrica gratuita, renovable y no contaminante. De hecho, si te das un paseo y observas los tejados de las casas podrás observar como la presencia de placas solares ha aumentado considerablemente. Esto es algo que encuentra explicación a los últimos avances de esta tecnología que permiten que el coste de su instalación sea cada vez más bajo.
Y si hablamos de últimos avances en lo referente a placas solares resulta imposible no mirar hacia el futuro y las novedades que este nos traerá. Esto es algo que nos lleva a una novedad realmente interesante que podría convertirse en un estándar en un futuro cercano: el panel solar flexible. Así que precisamente sobre este tipo de placas fotovoltaicas vamos a hablarte en esta nueva publicación para que sepas qué ventajas ofrecen.
Panel solar flexible: qué es
Desde Varitech, como especialistas en paneles solares, vamos a explicarte qué es exactamente un panel solar flexible. Básicamente son paneles diseñados para captar la radiación solar y convertirla en electricidad. Pero… ¿Entonces cuál es la diferencia con un panel tradicional? Pues que este tipo de placa es capaz de doblarse sin romperse, lo que le permite alcanzar diferentes grados de curvatura.
Esto hace que puedan adaptarse de manera más sencilla a cualquier superficie. Además, gracias a su flexibilidad, también se les puede otorgar fácilmente diferentes grados de inclinación, por lo que te será más fácil conseguir una orientación óptima para que produzcan la máxima energía posible. Existen dos tipos de placas flexibles: semirrígidas, que pueden doblarse hasta cierto punto; y totalmente flexibles, que permiten incluso enrollarse completamente.
¿Cómo funcionan estos paneles?
El funcionamiento de un panel solar flexible es prácticamente el mismo que el de uno rígido tradicional. Los fotones de la radiación solar que recibe la placa chocan con el panel y eso activa el movimiento de los electrones, que al moverse generan una corriente eléctrica. Al estar conectadas entre sí las células fotovoltaicas, esa corriente llega hasta el inversor solar, que es el elemento que transforma la corriente continua generada en corriente alterna. Y con esa corriente alterna ya es posible alimentar diferentes equipos eléctricos.
¿Qué ventajas ofrecen?
Ahora que sabes cómo funcionan y cuál es la diferencia de estos paneles con respecto a los rígidos, lo más normal es que te preguntes si son o no para ti. Para que puedas encontrar una respuesta a esa cuestión, vamos a ofrecerte cuáles son las que consideramos como sus principales ventajas:
- Permiten una gran libertad a la hora de instalarlas, hasta el punto de que la orientación del tejado quede en un segundo plano.
- Su instalación es muy sencilla ya que pueden colocarse prácticamente en cualquier sitio sin necesidad de obras.
- Proporcionan un sistema de autoconsumo fotovoltaico idóneo para lugares que no pueden soportar cargas de peso extra o que no disponen de mucho espacio.
Al igual que las rígidas, son resistentes a condiciones meteorológicas extremas.