Son muchas las cosas que hay que tener en cuenta a la hora de realizar una inversión para poner placas solares en tu hogar. Desde conocer la historia de la energía fotovoltaica y sus orígenes para comprender cómo funciona, hasta estar al corriente de las subvenciones disponibles para abaratar su instalación. De hecho, en la mayoría de ocasiones la gran pregunta que se hacen los consumidores tiene que ver con el precio que tendrán que pagar y cuánto tardarán en amortizarlo.
Sin embargo, en esta ocasión no vamos a contarte qué tener en cuenta a la hora de elegir paneles solares. Ni tampoco consejos sobre si necesitas o no una batería para almacenar energía. Lo que haremos será hablar de un aspecto imprescindible para mantener la producción de energía al máximo durante el mayor tiempo posible: el mantenimiento de las placas fotovoltaicas.
¿Hay que hacer mantenimiento a las placas?
Como sucede con prácticamente cualquier producto tecnológico, con las placas solares es necesario dedicar algo de tiempo a su mantenimiento. De hecho, solo manteniéndolas en buen estado será posible disfrutar de su máximo potencial. Pero… ¿Qué hay que hacer exactamente para mantenerlas bien? Lo cierto es que no es algo que te deba preocupar demasiado, ya que no se trata de un mantenimiento demasiado complicado.
Sin embargo, no hacerlo implica una reducción de la producción de energía que puede llegar hasta el 10%. Principalmente el mantenimiento tiene que ver con la limpieza de las placas. Si se acumula demasiado polvo o restos sobre los paneles el rendimiento caerá en picado. Por este motivo es fundamental tener limpia la superficie de cada placa para que las células puedan recibir la máxima radiación solar posible.

Cómo realizar el mantenimiento
Antes te hemos dicho que no tengas miedo en lo relativo a cómo mantener las placas solares. Y ahora vamos a explicarte el motivo: lo único que debes hacer es tratarlas como si se tratara de cualquier cristal de tu casa. Es decir, limpiarlas cada cierto tiempo con un poco de agua y jabón para eliminar la suciedad de la superficie.
Es importante utilizar esponjas suaves que no dañen los paneles pero, a la vez, permitan eliminar toda la suciedad de manera fácil. Una vez hayas eliminado todas las manchas bastará con aclarar el panel con abundante agua y dejarlo secar. En lo referente a cada cuánto es aconsejable limpiarlas, lo cierto es que no hace falta hacerlo con mucha frecuencia, con dos o tres veces al año será más que suficiente. Eso sí, si notas que acumulan mucha suciedad por la calima o cualquier otro fenómeno poco habitual puedes aumentar el número de limpiezas.
Consejos para mantener tus placas
- Revisarlas semanalmente: echa un vistazo para detectar suciedad y posibles desperfectos al menos una vez a la semana. De este modo podrás actuar con rapidez y evitar que los problemas vayan a más llegado el caso.
- Orientación e inclinación: revisa un par de veces al año o tres si la orientación e inclinación de las placas se mantiene como debería. A veces pueden moverse si no están bien fijadas y eso podría disminuir la producción de energía.
- Conexiones eléctricas: también es aconsejable revisar, aunque con menor frecuencia, que las conexiones eléctricas de los paneles están en buen estado para evitar riesgos de descarga eléctrica. En este caso lo mejor es recurrir a un profesional especializado para que se encargue de ello.