En muchas de nuestras publicaciones en el blog os hemos contado la cantidad de ventajas que supone elegir la energía solar como fuente para la alimentación eléctrica de una vivienda o cualquier otro tipo de inmueble. Y es que, además de ser una energía completamente limpia y que respeta el medioambiente, se trata de una opción con la que el ahorro económico es considerable.
Por ello, si quieres instalar placas solares en Granada no lo dudes y mándanos tu consulta, estaremos encantados de ofrecerte todo lo que necesitas. Sin embargo, hoy no vamos a centrarnos en explicar los beneficios de estas instalaciones. De lo que vamos a hablar es del funcionamiento de una instalación fotovoltaica para que podáis tener toda la información necesaria antes de decidiros por la energía del presente y el futuro.
¿Qué es un sistema de autoconsumo?
Lo primero que tenemos que aclarar antes de nada es que estas instalaciones son montadas con el objetivo de conseguir el autoconsumo. Son sistemas que funcionan como cualquier otro pero que la energía se produce en la instalación propia en vez de provenir de la red eléctrica. De este modo se puede conseguir alimentar de energía una vivienda sin tener que depender de nada más.
Tipos de instalaciones
Conectadas a la red
Las instalaciones de autoconsumo pueden estar conectadas a la red eléctrica, lo que permite que podamos alternar entre usar la energía de forma tradicional y a la producida por los paneles solares. Además, esta instalación permite vender la energía sobrante que hayamos almacenado en caso de que nos sobre.
Aisladas de la red
A diferencia de las anteriores, este tipo no cuenta con ningún tipo de conexión a la red de electricidad. Funcionan con baterías para poder garantizar el uso de la energía durante las horas en las que no hay sol o es de noche. Son comunes en lugares alejados de los núcleos urbanos o en instalaciones agrícolas.
Componentes de los sistemas fotovoltaicos
Las instalaciones solares cuentan con un protagonista: los paneles fotovoltaicos. Y estos, a su vez, están compuestos por diferentes elementos. Los más importantes son los módulos fotovoltaicos, el generador solar, el acumulador, el inversor, un regulador de carga y, si se considera oportuno para la instalación, baterías solares en las que almacenar una mayor cantidad de electricidad.
¿Cómo funcionan estas instalaciones?
Una vez sabemos todo lo necesario sobre las instalaciones de placas solares, es el momento de hablar sobre su funcionamiento. Y la realidad es que, aunque parezca algo complicado, es bastante sencillo. Una vez instalados los paneles solares, la luz es absorbida por sus módulos y de ahí pasan a sus reguladores o baterías, o directamente hacia el inversor si no se cuenta con ellos, para transformar la radiación solar en energía eléctrica.
Una vez se ha conseguido transformar la energía es el momento en el que pasa al cuadro de protección, que es en el lugar en el que se almacenará para poder ser utilizada posteriormente. Como hemos señalado antes, en el caso de contar con baterías solares, la energía permanecerá ahí hasta que necesitemos usarla. Puedes consultar más sobre el funcionamiento de las placas solares en esta noticia de IDEAL.