En la actualidad, el mundo en el que vivimos cada vez está más concienciado sobre la importancia de aspectos como el cambio climático, la sostenibilidad y la contaminación. Y para reducirla la energía solar es uno de los mayores aliados que existen, ya que no solo ofrece energía barata, sino que también es 100% renovable y no genera un impacto negativo sobre el medio ambiente. Sin embargo, en esta ocasión no hablaremos de placas fotovoltaicas o sobre cómo saber a qué dirección está orientada mi casa.
Lo que haremos será centrar todo alrededor de la huella de carbono, un concepto que todo el mundo debería conocer hoy en día. Así que si no sabes lo que es y quieres conocer de qué se trata, hoy vamos a explicaros qué es la huella de carbono y cómo se puede reducir. Porque lo cierto es que existen muchas ideas y consejos para evitar la contaminación y ser más responsable con lo que nos rodea.
Huella de carbono: qué es
Básicamente la huella de carbono son todos los gases de efecto invernadero que están en la atmósfera. De este modo, la huella de carbono se puede utilizar como un indicador clave a nivel ambiental. Y lo cierto es que prácticamente todo el mundo dejamos nuestra pisada en esa huella de carbono que afecta negativamente al planeta.
Cosas que hacemos prácticamente a diario como coger el coche, encender la luz o utilizar de manera desmedida ciertos electrodomésicos provocan que, poco a poco, la presencia de estos gases aumente. Y esto, en consecuencia, hace que la temperatura del planeta vaya en aumento. Así, el cambio climático se ve acelerado y todo el planeta lo sufre. Colapsos en las corrientes marinas, en los movimientos atmosféricos y en dinámicas terrestres que pueden llevar al deshielo, al aumento del nivel del mar e incluso a la desaparición de especies.
La huella de carbono son los gases de efectos invernadero que hay en la atmósfera, un claro indicador a nivel ambiental del estado del planeta

Cómo calcular la huella de carbono
Lo cierto es que calcular la huella de carbono resulta mucho más sencillo de lo que pueda parecer. Basta con conocer los gases de efecto invernadero que una actividad determinada pueda producir. Por ejemplo, si hablamos de coches, un vehículo diésel puede producir más de 2,5 kg de CO2 por cada litro de combustible quemado. Mientras que en el de gasolina se reduce hasta algo más de 2,3 kg de CO2.
De este modo, con estos datos, es sencillo calcular de forma aproximada cuál es el impacto en el planeta de nuestros actos. Algo que también podemos hacer con los coches eléctricos y con prácticamente cualquier electrodoméstico o actividad que genere gases de efecto invernadero.
¿Qué hacer para reducir tu huella de carbono?
Reducir la huella de carbono puede parecer bastante difícil, ya que no es algo que dependa de solo una persona. Sin embargo, es precisamente en las personas donde se puede comenzar a reducir el impacto de la contaminación, ya que si cada uno de nosotros cambiamos nuestros hábitos el impacto sería enrome.
Para hacerlo bastaría con utilizar fuentes de energía limpia como la solar. Aunque existen muchas otras opciones como utilizar el transporte público, controlar nuestros hábitos de consumo, utilizar bolsas de tela al ir a la compra y separar los residuos para reciclarlos posteriormente.