El precio de la electricidad continúa disparado. Por ello, desde hace algunas semanas estamos ofreciendo en nuestro blog algunas publicaciones sobre las instalaciones solares. Porque existen subvenciones para el autoconsumo y el Gobierno de España ha aprobado nuevas ayudas para paneles solares. Una situación que ha cambiado de forma radical con respecto a hace unos años. Y es que, aunque suene a broma, hace no demasiado tiempo existía en nuestro país un impuesto al sol.
Un impuesto que dejó de tener vigencia en 2018 y que provocó muchísima controversia. Y es que, en vez de apostar por el consumo fotovoltaico por aquel entonces, se intentaba limitar de esta manera. De modo que, en vez de ofrecer ayudas para instalar paneles solares como ahora, obligaban a pagar un impuesto por aprovechar el sol. Algo que, afortunadamente, es una cosa del pasado. Sobre esa injusta tasa hablaremos hoy: qué es el impuesto al sol y que supuso su derogación.
¿Qué es el impuesto al sol?
Lo primero de todo pasa por explicar qué era este famoso impuesto al sol. Básicamente se definía como un peaje de respaldo que estuvo vigente en España de 2015 hasta 2018. Tres años de un impuesto que, aunque no afectaba en demasía a las instalaciones solares de particulares, si ejercía como un muro en la sociedad. De hecho, por culpa de ese impuesto al sol muchísimas personas directamente ni se planteaban optar por una instalación de autoconsumo de este tipo.
Esto supuso que, mientras en el resto del mundo el desarrollo de la energía solar fuera constante, en España creciera con el freno de mano echado. Este impuesto se presentó como un pago para la manutención de las redes de electricidad. Sin embargo, al final se transformó en una medida con la que las compañías eléctricas no dejaran de ganar dinero. Ni si quiera cuando no se utilizase la red y se optase por sistemas solares de autoconsumo.
El impuesto acabó siendo una medida con la que las compañías eléctricas no dejarían de ganar dinero
Como hemos explicado, lo cierto es que este impuesto no afectaba en gran medida a los pequeños consumidores. Pero estos, ante la creencia de que debería pagar por nada, se decidieron por no acometer estas instalaciones. Algo que cambió a raíz de la derogación del impuesto al sol en 2018. Porque la eliminación de este impuesto no llegó sola, sino que lo hizo acompañada de grandes medidas para impulsar el consumo de energías renovables.
La derogación del impuesto al sol
Tres años desde que comenzara a aplicarse, el Gobierno decidió derogar este impuesto y hacer cambios profundos en la legislación sobre la energía solar. De este modo, se encaminó a España hacia un panorama muy diferente al existente, lo que sirvió para impulsar las energías renovables y evitar quedarse a la cola de Europa en ese aspecto.
Con esta reforma y la eliminación del impuesto al sol, las principales ventajas que existen para aprovechar la energía solar son las siguientes:
- Ya no existen impuestos a las placas solares ni cargos por generar energía para autoconsumo.
- No es necesario contar con autorización previa para instalaciones menores de 15 kW.
- Es posible optar por la compensación por excedentes, que permite verter la energía no consumida a la red.
- Se puede optar por el autoconsumo compartido, con una misma instalación solar para varias viviendas.
La situación ha cambiado mucho desde la derogación del impuesto al sol en 2018 y ahora existen muchas ayudas y subvenciones para instalaciones solares
Conclusión
Ahora que ya conoces lo que era el impuesto al sol, puedes comprobar lo mucho que ha cambiado el panorama en lo que a la energía solar se refiere. Ahora, lejos de tener que pagar más, esta electricidad ha pasado a convertirse en la más sostenible y barata que existe. Por ello, optar por las placas fotovoltaicas es la mejor opción para disfrutar de energía sin miedo a que la factura de la luz acabe siendo desorbitada. Varitech: empresa especializada en placas solares.
